Vi upplever en ovanlig hetsvåg i Spanien. De senaste dagarna har de högsta temperaturerna hittills i sommar registrerats, en säsong som, långt ifrån slutar, verkar försenas. 45,4 º C i Las Cabezas de San Juan (Sevilla), 42,9 º C i Xàtiva (Valencia), 39 º C en Ses Salines, Mallorca (Islas Baleares)… y así, hasta 38 provinser pasando un final de verano, cuanto menos, abrasador.
Ahora bien, ¿se trata realmente de una ola de calor? Según los expertos de la Agencia Estatal de Meteorología, la AEMET, una ola de calor tiene que durar, como mínimo, tres días seguidos y hacerse notar en más del 10% de las ciudades, en las cuales se tiene que alcanzar el umbral de aviso naranja, algo que está ocurriendo: totalt 38 provinser är i beredskap för värme, med temperaturer mellan 34 och 43 ° C.
Dicha ola de calor se agrava no solo por los valores extremos, sino también por las fechas inusuales en las que se presenta. Tal y como explicó Modesto Sánchez Barriga, portavoz de la AEMET, se han registrado valores extremos, como los 39 º C på flygplatsen Santiago de Compostela, 42,3 º C i Cáceres eller 39,8 º C i Albacete.
Los efectos de esta ola de calor son palpables en todo el país, afectando tanto a la salud pública como a la agricultura y la economía. Las altas temperaturas pueden provocar dehydratisering, värmeslag y otros problemas de salud, especialmente entre los grupos más vulnerables, como ancianos, niños y personas con enfermedades preexistentes. Además, el estrés térmico puede impactar en la producción agrícola, con cultivos que no toleran bien el calor extremo, lo que puede llevar a ekonomiska förluster significativas. Para profundizar en este asunto, se pueden consultar los impactos de las olas de calor.
¿Por qué ocurre esta ola de calor?
El fenómeno de la ola de calor en septiembre puede estar asociado a múltiples factores climáticos. Aunque aún no hay consenso, los expertos creen que la finalización del fenómeno meteorológico conocido como El Niño está contribuyendo a este fenómeno. Al finalizar El Niño, la atmósfera presenta alteraciones que propician el global uppvärmning. Esto se debe a que se libera energía que altera la circulación del aire, tal y como explicó Belén Rodríguez de Fonseca, del Departamento de Geofísica y Meteorología de la Universidad Complutense de Madrid.
Cuando El Niño llega a su fin y da paso a La Niña, se suelen producir olas de calor y sequía en diversas partes del mundo, incluyendo Europa. Este patrón, en un contexto de calentamiento global, puede ser una de las razones detrás de la inusual ola de calor que estamos viviendo en el presente año. Sin embargo, los meteorólogos advierten que es prematuro establecer conclusiones definitivas sobre la causa de este fenómeno. Para más información sobre el fenómeno, consulte nuestro artículo sobre cómo se producen las olas de calor.
Antecedentes de olas de calor en septiembre
Este no es el primer año en el que España experimenta olas de calor en el mes de septiembre. De hecho, los registros históricos muestran que han existido olas de calor en este mes en años anteriores. Por ejemplo, en el siglo XX hubo eventos significativos en las décadas de los 70 y 80, como la ola de calor acaecida en Canarias del 28 de agosto al 10 de septiembre de 1976 y otra que afectó a la Península Ibérica del 5 till 8 september 1988, donde se registraron temperaturas máximas de entre 35 y 40 ºC en múltiples provincias.
En 2016, se vivió un episodio extremo a principios de septiembre, donde el aeropuerto de Córdoba registró una temperatura máxima de 45,1 º C, que al día siguiente se elevó a 45,4 º C. Este tipo de eventos ha ido en aumento, reflejando un patrón que puede ser atribuible al klimatförändringar. De acuerdo con un estudio de la AEMET, el verano en España se ha alargado a un ritmo de 9 días por década desde la década de 1970. Si deseas conocer más sobre estos fenómenos, revisa el artículo sobre olvidar el récord de olas de calor en España.
Expectativas para septiembre
Las previsiones climáticas para septiembre sugieren que, aunque en algunas regiones se podrían registrar temperaturas superiores a lo habitual, como se ha venido observando, otros lugares podrían experimentar descensos significativos. Según datos recientes, se espera que el mes arranque con un clima relativamente inestable, incluyendo posibles tormentas. Sin embargo, se anticipa que las temperaturas vuelvan a ascender hacia el final del mes, creando un panorama turbulento que podría mantener el calor extremo en algunas áreas.
La AEMET también ha señalado patrones de sequía que podrían manifestarse en todo el territorio nacional, con probabilidades de hasta 70% de que las temperaturas superen las medias habituales en la península y Baleares. Esto implica que, a pesar de la llegada del otoño meteorológico, el fenómeno caloroso podría persistir más de lo esperado. Para obtener más detalles, puedes leer sobre las olas de calor en julio de 2022.
Por otro lado, el análisis de Copernicus ha destacado que septiembre de 2023 se sitúa como el segundo más caluroso desde que se tienen registros, lo que subraya la gravedad de la situación climática. A lo largo de septiembre, la temperatura media del aire en superficie alcanzó los 16,17 º C, lo que representa un incremento considerable en comparación con los niveles históricos y una clara señal de las anomalías que se registran a nivel mundial y que también afectan a España.
Con estos datos en mente, no solo es relevante seguir de cerca las condiciones meteorológicas actuales, sino también la implementación de medidas preventivas y adaptativas para mitigar los efectos del calor, especialmente en contextos tan dinámicos como el que se prevé para las próximas semanas. La conciencia de los riesgos que suponen las olas de calor, junto con un enfoque proactivo hacia la salud pública y la gestión del agua, será clave para afrontar estos desafíos climáticos.
Así, la combinación de condiciones climáticas adversas, la prolongación de los veranos y el impacto del cambio climático resaltan la urgencia de tomar medidas efectivas para estar mejor preparados ante las olas de calor futuras.